Esta semana, la actual presidente de México, Claudia Sheinbaum, afirmó que la economía mexicana se mantiene sólida a pesar de la reciente reducción en las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Según Sheinbaum, las políticas económicas implementadas por el gobierno han fortalecido al país, ayudando a mantener la estabilidad macroeconómica. El FMI redujo su pronóstico de crecimiento económico para México, citando la incertidumbre global y el aumento de las tasas de interés. Sin embargo, Sheinbaum destacó que la resiliencia interna y el control de la inflación posicionan al país de manera favorable.

El Fondo Monetario Internacional ajustó a la baja su previsión de crecimiento para la economía mexicana, pasando de un 3% proyectado a un 2.5% para el año en curso. Este ajuste refleja preocupaciones globales como la desaceleración económica en países desarrollados y el impacto de las tensiones geopolíticas en los mercados internacionales. Además, las presiones inflacionarias siguen siendo una de las principales preocupaciones, tanto en México como en otras economías emergentes.
Sheinbaum se mostró optimista, señalando que México ha implementado medidas adecuadas para contener la inflación, que en meses recientes ha mostrado signos de desaceleración. Destacó los programas sociales y las inversiones en infraestructura como herramientas clave para mantener el dinamismo económico, a la par que se promueve el desarrollo de sectores estratégicos como el energético y el de manufactura.


Analistas coinciden en que, aunque la economía mexicana ha mostrado resiliencia, las advertencias del FMI deben tomarse en cuenta. Factores como el alto costo del crédito y la volatilidad en los mercados podrían limitar el crecimiento en los próximos meses. Sin embargo, también señalan que México se beneficia de una creciente inversión extranjera directa, impulsada por el fenómeno del nearshoring, que ha convertido al país en un destino atractivo para las empresas que buscan reducir su dependencia de Asia.
En resumen, aunque el FMI ha ajustado sus previsiones de crecimiento, las autoridades mexicanas aseguran que la economía del país sigue en una posición estable, apoyada por políticas internas robustas y una creciente atracción de inversiones.