1. Establece tus metas financieras
El primer paso para empezar a invertir es definir claramente cuáles son tus metas financieras. Estas metas pueden variar de persona a persona, pero deben estar alineadas con lo que deseas lograr a corto, mediano y largo plazo. Algunas de las metas más comunes incluyen ahorrar para la jubilación, comprar una casa, un coche, o generar ingresos pasivos. Definir tus metas te ayudará a elegir las inversiones adecuadas para tus necesidades.
Es importante que tus metas sean específicas y realistas. En lugar de decir «quiero ahorrar dinero», podrías definir una meta más clara como «quiero ahorrar $10,000 en cinco años para el pago inicial de una casa». Al tener una meta definida, puedes determinar cuánto necesitas invertir y qué tipo de rendimiento esperas obtener.

Tener tus metas financieras bien definidas también te permitirá determinar tu perfil de riesgo como inversionista. Si tu objetivo es a largo plazo, como la jubilación, podrías estar dispuesto a asumir más riesgos en busca de mayores rendimientos. En cambio, si necesitas el dinero en el corto plazo, preferirás opciones más seguras que ofrezcan estabilidad y menor volatilidad.
2. Crea un fondo de emergencia antes de invertir


Antes de comenzar a invertir, es esencial que tengas un fondo de emergencia en su lugar. Este fondo debe cubrir al menos de tres a seis meses de tus gastos básicos, como vivienda, alimentación y transporte. Tener un fondo de emergencia te protege en caso de situaciones inesperadas, como la pérdida de empleo o gastos médicos imprevistos, sin necesidad de recurrir a tus inversiones.
Invertir sin un fondo de emergencia adecuado puede poner en riesgo tu estabilidad financiera. Si enfrentas una emergencia y todo tu dinero está invertido, podrías verte obligado a vender tus inversiones en un mal momento, perdiendo potenciales ganancias o, en el peor de los casos, incurriendo en pérdidas. Un fondo de emergencia te proporciona tranquilidad y permite que tus inversiones crezcan sin interrupciones.
Si aún no tienes un fondo de emergencia, enfócate primero en construirlo antes de comenzar a invertir. Puedes destinar una parte de tus ingresos cada mes a una cuenta de ahorro de fácil acceso, asegurándote de que ese dinero esté disponible en caso de necesidad. Una vez que hayas alcanzado tu meta de fondo de emergencia, estarás listo para invertir con mayor confianza.
Tip: No sirve tener una inversión que da 10% de rendimiento, si tienes que pagar un crédito con un 20% de interés.
3. Capacítate y familiarízate con las opciones de cómo invertir tu dinero


La educación es una de las claves para invertir de manera inteligente. Antes de comenzar, es fundamental que te familiarices con las distintas opciones de inversión disponibles. Existen muchos tipos de inversiones, desde acciones y bonos hasta bienes raíces y fondos indexados. Cada tipo de inversión tiene sus características, riesgos y potenciales beneficios, por lo que es esencial que comprendas en qué estás invirtiendo.
Las acciones te otorgan una pequeña participación en una empresa y pueden ofrecer altos rendimientos a largo plazo, aunque también son más volátiles. Los bonos, por otro lado, son préstamos que haces a empresas o gobiernos y suelen ser una opción más estable, aunque con rendimientos más bajos. Los fondos indexados y los ETFs (fondos cotizados en bolsa) permiten diversificar tu inversión sin tener que comprar acciones individuales, lo que los convierte en una opción ideal para principiantes.
Además, es recomendable que aprendas sobre el concepto del interés compuesto, que es el crecimiento exponencial de tus inversiones a medida que reinviertes tus ganancias. Este concepto es fundamental para entender cómo tus pequeñas inversiones iniciales pueden crecer significativamente con el tiempo. Aprovechar la educación financiera te dará la base para tomar decisiones de inversión más informadas y seguras.
Una vez que hayas estudiado las diferentes opciones, revisa que ya tienes suficiente conocimiento en cómo invertir tu dinero y ve si puedes contestar las siguientes preguntas:
- ¿Dónde me conviene más invertir mi dinero?
- ¿Qué tan reconocido y fiable es ese lugar?
- ¿Puedo retirar mi dinero cuando quiera o tengo que esperar un plazo?
- Si no espero el plazo, ¿hay alguna penalización?
- ¿Qué rendimiento espero obtener en porcentaje y en cantidad a lo largo de cierto tiempo?
- ¿Hay un límite de dinero que pueda invertir en ese lugar
- ¿Puedo diversificar mis inversiones y hay variedad de productos
- ¿Es razonable el porcentaje de dinero que espero recibir después de cierto plazo? Asegúrate de no caer en una estafa. Si alguien te promete un rendimiento superior al 20% anual y te dice que no hay riesgo y que además está garantizado, desconfía.
- Si voy a invertir en un lugar de alto riesgo, ¿estoy consciente de que puedo perder gran parte del dinero o todo el dinero?
Puedes invertir poco al principio e ir aumentando tus inversiones conforme te vayas haciendo experto en cómo invertir. Recuerda que la práctica hace al maestro.
4. Elige una plataforma de inversión confiable
Hoy en día, existen muchas plataformas en línea que facilitan el proceso de inversión, incluso para principiantes. Elegir una plataforma confiable es esencial para comenzar tu viaje de inversión. Algunas de las plataformas más populares, como Robinhood, eToro, y Acorns, permiten invertir en una amplia variedad de activos, desde acciones hasta criptomonedas, sin la necesidad de grandes sumas de dinero.
Es importante investigar y comparar diferentes plataformas antes de tomar una decisión. Considera factores como las comisiones por transacción, la facilidad de uso de la plataforma, la variedad de activos disponibles y la asistencia al cliente. Algunas plataformas también ofrecen recursos educativos que pueden ayudarte a aprender más sobre inversiones a medida que avanzas.
Una vez que elijas una plataforma que se adapte a tus necesidades, regístrate y crea una cuenta. Muchas de estas plataformas permiten empezar con pequeñas cantidades de dinero, lo que es ideal si aún estás aprendiendo. Te recomendamos configurar un método de pago automático para que puedas invertir de manera constante cada mes, sin tener que recordar hacerlo manualmente.
5. Invierte a largo plazo y mantén la calma
Uno de los errores más comunes de los inversores principiantes es esperar rendimientos rápidos o vender en pánico cuando el mercado cae. Para tener éxito en el mundo de las inversiones, es fundamental adoptar una mentalidad a largo plazo. Los mercados financieros tienden a ser volátiles a corto plazo, pero a lo largo del tiempo, históricamente han mostrado un crecimiento constante.


Cuando inviertes a largo plazo, el poder del interés compuesto y la reinversión de dividendos juegan a tu favor, permitiendo que tus inversiones crezcan de manera exponencial con el tiempo. Además, invertir a largo plazo te permite aprovechar las caídas del mercado para comprar acciones a precios más bajos, lo que aumenta tus posibilidades de obtener rendimientos mayores en el futuro.
Es crucial que mantengas la calma durante las fluctuaciones del mercado. A menudo, el peor momento para vender es durante una caída, ya que estarías consolidando tus pérdidas. En su lugar, mantén tu estrategia de inversión a largo plazo y evita tomar decisiones impulsivas basadas en emociones. Con el tiempo, te darás cuenta de que la paciencia es una de las mayores virtudes para cualquier inversionista exitoso.